Funciones sociales de la escuela: educación que incorpore visiones culturales, desarrollo y promoción de una ciudadanía intercultural.
En el caso de la función social
de la educación según Delval (1999), desde la perspectiva filosófica señaló que
la educación como institución social, también realiza importantes y múltiples
funciones, a través de las cuales proporciona unidad, madurez y cohesión, tanto
al grupo en general como a sus miembros.
Presentó en su estudio como
contenidos de la función social los siguientes: asegurar la continuidad social,
promover el cambio social, adaptar a los individuos al grupo, ejercer un
control social, servir a los fines políticos, realizar una selección social,
disminuir las diferencias sociales y promover el desarrollo material de la
sociedad.
Direccionó la función social
hacia la educación como medio que facilita la formación de los ciudadanos. Las
propuestas de sus contenidos, no explicitan el carácter de sistema que poseen
dichas funciones y el rol social del profesional de la educación, a los cuales
se le asigna dicho encargo social. Es apreciable como las funciones sociales
que presentó omiten el proceso de socialización, mediante el cual se logra la
formación de los ciudadanos.
El estudio de Amar (2000), desde
una perspectiva sociológica, partió de los cuatro grandes cambios que afectan
la educación:
• Proceso
de urbanización mundial.
• Creación
sin precedentes de intelectuales como fenómeno demográfico masivo.
• Posición
de las mujeres en la sociedad.
• Transformación
del hábitat humano.
Presentó el referido investigador
los escenarios en que se moverá la educación, según la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura: La globalización
acentuará la desigualdad social, las relaciones entre el Norte y el Sur, las
presiones migratorias, el libro cibernético, los multimedios y los nuevos
ámbitos institucionales de la educación.
El estudio de Díaz (2008), resalta que las funciones sociales de la educación se dirigen a tres dimensiones fundamentales: preservar la cultura social, desarrollar la cultura social y promover la cultura social.
La función preservadora de
cultura de la educación, garantiza la continuidad y cohesión que permite a la
sociedad perdurar más allá de la vida de los miembros que la conforman. La
transmisión de la cultura es condición de supervivencia de la sociedad y se
logra de una generación a otra. La función de desarrollo de cultura de la
educación, está en correspondencia con la formación de personas críticas y
creativas que generen nuevos conocimientos y den respuesta desde un enfoque
histórico cultural a los problemas presentes y futuros transformando y
enriqueciendo la sociedad.
La función de promoción de
cultura de la educación complementa las de preservar y desarrollar en tanto
logra mediar entre una y la otra, haciendo que las personas libres y creadoras
que se formen, adaptadas a las normas sociales del grupo, estén preparadas para
difundir la nueva cultura que se va creando como una nueva cualidad a lo largo
del proceso educativo y permita así que las nuevas actitudes, valores y
patrones de conducta de la sociedad no la desestabilicen, si no que la
potencien y eleven a un nivel superior (Díaz, 2008).
El estudio parte de la relación de la educación y la sociedad y encamina las funciones sociales hacia la trasformación sociocultural, sin embargo, no hace referencia al rol social de lo profesionales de la educación en el desempeño de la referida función.
Según Flores (2011), desde una
perspectiva filosófica, puntualizó el rol social que guarda el profesor en
relación a su labor de educador, enfatizó en la importancia de adoptar una
filosofía en relación al tema central que es la educación.
Cobas, Fernández & Blanco (2014), desde una perspectiva pedagógica y sociológica señalaron que la educación como factor de la práctica social desempeña una función social finalista, caracterizada por el cumplimiento de tareas especificadas asignadas por la sociedad por lo que presenta tres funciones sociales particulares para el Sistema Nacional de Educación en Cuba: socioeconómica, política y la cultural.
Con respecto a la socioeconómica
sustentan que consiste en la preparación de los sujetos para su inserción
futura en la vida laboral desde su condición de productores. En la función
política expresaron que se resume en la preparación de los estudiantes para el
cumplimiento de los deberes y derechos como ciudadanos. Se pone en práctica
dicha función en los contenidos de las asignaturas del currículo.
Con respecto a la función social
de la escuela se consultó a García (2002), hizo referencia a los contenidos de
la función social de la escuela como los siguientes:
- Dirigir la labor educativa basada en el conocimiento, la aceptación y la comprensión de las etapas y características de los escolares, orientándola hacia formas socialmente aceptables de autoafirmación.
- Fortalecer la continuidad histórica de la cultura nacional, mediante sus nexos con la comunidad, la familia y las instituciones sociales, que favorezcan sus funciones educativas.
- Contribuir a formar un ciudadano con valores definidores de la cubanía, es decir con un sentido de la identidad nacional y de la dignidad y solidaridad humanas, cuyos sentimientos acerca de la defensa de la Patria socializadora estén basados en el patriotismo, de nuestro pueblo, sus tradiciones, la preservación de la independencia y la soberanía.
- Reforzar el conocimiento de las mejores tradiciones culturales y patrióticas latinoamericanas que enriquezcan los valores más legítimos del contexto histórico donde vive, teniendo en cuenta la necesidad y tendencia a la integración de los países del subcontinente.
- Propiciar procesos de apropiación de contenidos significativos que contribuyan a la formación científico-técnica, humanista y práctica acorde con las necesidades sociales, grupales e individuales.
- Promover espacios y coloquios atractivos para el ejercicio de la opinión, la discrepancia, la discusión, la crítica, la reflexión individual y colectiva, pero también para el intercambio y el acuerdo, donde se aprenda a escuchar y respetar los criterios de otros, es decir formar una cultura del diálogo y de la racional tolerancia.
- Estimular y respetar la democratización de todo el proceso de dirección, organización y funcionamiento del sistema de las relaciones internas y externas de la escuela como célula básica del sistema educativo, así como de otras formas de organización del proceso que se instrumenten.
- Fortalecer sus funciones laborales, contribuyendo a la producción de bienes que resuelvan, problemas y carencias de la comunidad y de la propia institución educativa, la formación de normas de conducta correctas, así como brindar conocimientos de funciones que como institución social corresponden a la familia y que, en el futuro como padres, los escolares habrán de asumir; todo ello como parte de la preparación para la vida.
- Fortalecer las diversas formas y métodos de trabajo colectivo , donde cada individuo encuentre posibilidades de despliegue máximo de sus potencialidades.
Las funciones sociales de la
escuela “deberán fijarse teniendo en cuenta su estructura de institución
social, es decir, teniendo en cuenta que forma parte de una determinada
comunidad. De aquí que las estrechas relaciones entre escuela y sociedad sean
una necesidad y una constante de los análisis sociológicos de la
educación”(Crespillo, 2010). Sustentó su estudio en que la escuela no puede ser
neutra, no debe estar a espaldas de las realidades sociales concretas. Expuso
que además ha de tener en cuenta su relación con el papel Estado-escuela y la
colaboración de la familia con esta.
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